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EL ROMÁNICO EN JACA

En el año 1077 el rey Sancho Ramírez, quien ya había asumido el reino de Pamplona y trocado el rito mozárabe por el romano, dictaba esta declaración de intenciones a sus escribas.

“Sepan todos los hombres que están hasta Oriente, Occidente, Septentrión y Meridional, que yo quiero construir una ciudad en mi villa que es llamada Jaca”

La pequeña villa de Jaca era un predio agrícola del linaje que gobernaba esta tierra que tras haber languidecido sus raíces ibérica y romanas fue revitalizada con la llegada de un nuevo Señor: Ramiro I por deseo de su padre Sancho III el Mayor de Navarra.

A falta de villa notable en su reciente reino designó a Jaca por hallarse en su patrimonio personal. Su hijo, Sancho, la elevaría a capital del Reino edificándola al estilo de lo que había visto en Roma cuando se hizo vasallo del Papa. Así se entiende su distribución al modo romano con dos vías principales que se cruzan en ángulo recto siguiendo los puntos cardinales: cardo y decúmano. El decúmano lo conforma la calle Mayor y el cardo está formado por las calles Zocotín y Ramón y Cajal.

En amarillo la Catedral de San Pedro.

En Rojo Las Benitas/Palacio real.

En Azul Iglesia de Santiago.

En azul claro Cardo y Decúmano.